Ayer tuve el placer de asistir a la charla que organizaba el Club de rol Krítik de Barcelona dentro del marco de sus XXI Jornadas Krítikas. La charla corrió a cargo de Xavier Moratonas, de Lu2.
Para quienes no conozcáis esta empresa, como yo hasta ayer, os diré que Lu2 es un negocio familiar especializado en el uso de juegos dentro del mundo educativo. Su lema, sometimes you win, always you learn! es una perfecta síntesis de su espíritu. Lu2 acude a jornadas, ferias, escuelas, institutos… allá donde se les llama, para mostrar el potencial educativo y pedagógico de los juegos de mesa.
La charla tuvo dos partes. En la primera se hizo hincapié en la distinción entre gamificación, por un lado, y aprendizaje basado en juegos, por otro. Evidentemente, no es lo mismo, pero si uno no conoce nada sobre el tema corre el riesgo de confundir ambos términos. Gamificar es utilizar elementos del juego en contextos no lúdicos, por ejemplo en el mundo empresarial, pero también en el ámbito educativo. En cambio, el aprendizaje mediante juegos implica que el juego en sí es un elemento pedagógico más, por ejemplo usando juegos que potencien las competencias matemáticas en clase.
Hay dos cosas que me gustaría señalar. Primero, que aunque lo parezca, no sirve cualquier juego. Tal como señaló Xavier Moratonas, hay juegos que tienen un gran potencial pedagógico y otros que no. Esto varía en función de lo que queramos potenciar en el alumno. Segundo, que aunque el ponente puso énfasis en las finalidades empresariales y económicas de la gamificación como moda para la gestión del mundo del negocio, dejó por señalar las diversas iniciativas individuales dentro del ámbito educativo, algunas de las cuales he reseñado y mencionado alguna vez. En el turno abierto de palabras pudimos intercambiar algunas opiniones al respecto.
La segunda parte de la charla fue una justificación del uso de los juegos de mesa en el ámbito educativo. Conocidas de sobra son las virtudes de los juegos y del juego, no ya desde hace poco, sino desde siempre, por mucho que haya quien se oponga. De nuevo, coincidí con la opinión de Xavier Moratonas al señalar que hoy día parece haber un exceso de TIC desde temprana edad, relegando los efectos positivos de la manipulación directa de elementos de juego: bloques, texturas, piezas, colores… La idea es que no todo debe, ni puede, pasar por una pantalla.
Una de las ventajas que destacó el ponente y que me gustaría señalar es económica. Los juegos duran más que los ordenadores, las tablets y los móviles. Mientras que un juego bien conservado puede durar décadas, un ordenador no. La obsolescencia del segundo es muchísimo mayor que la del primero. Por esa razón, dotar a un centro educativo de una buena ludoteca es más económico que dotarlo de pizarras digitales y cientos de portátiles que deberán ser renovados en un corto período de tiempo. Más aún si tanta tecnología no va acompañada de una adecuada formación del profesorado.
En la última parte de la charla, la del turno abierto de palabra, tuve que abandonar mi anonimato y revelar mi verdadera forma cuando se mencionó este blog entre las diversas experiencias que mencionaron los asistentes. Me gustó especialmente la idea de convertir los créditos de síntesis en la construcción de un juego de mesa o de rol, donde los alumnos trabajan transversalmente todas las materias: matemáticas para escoger el sistema de juego y calcular estadísticamente los resultados, plástica para el diseño y confección del juego, música para la selección de la ambientación sonora, sociales para ubicar el juego en un contexto histórico…
Ahora bien, también se habló de los problemas o inconvenientes que pueden encontrar los juegos y aquellos que quieren utilizarlos en el aula: rechazo (¿un juego? ¿algo divertido? Esto es una clase, caballero), desconocimiento (¿Ha dicho Catan? Usted lo que quiere es venderme algo), falta de iniciativa (Si yo metería juegos pero… ¿por dónde empiezo?), experiencias inconexas e individualismo (Yo hago esto, y no quiero molestar a los demás, o que ellos me molesten).
Personalmente, me pareció una manera muy interesante de pasar la mañana, intercambiar opiniones, conocer gente (entre ellos a Albert, del blog eduAtòmica) y experiencias y señalar problemas existentes. Además, me permitió entrar en contacto con la gente de Krítik y conocer en parte su funcionamiento. Este club realiza un gran trabajo, no me extraña que lleven 25 años en el asunto. Les auguro, mínimo, 25 años más.
Pd: Las fotos son obra de Vanesa Wed del club Krítik.
Actualización: Ya que los compañeros del club Krítik han publicado el vídeo de la conferencia aprovecho para poneros el enlace al vídeo. A partir del 45:25 me destapo en el turno abierto de palabras.