Me da la impresión que este diario no ha tenido el ritmo de trabajo que quería darle cuando lo empecé hace más de un año. La idea era analizar, casi semanalmente, un proceso de aprendizaje y desarrollo colectivo, el que llevábamos a cabo mis alumnos y yo. El problema es que al trabajo diario del docente se fueron sumando otras actividades no menos gratas (el trabajo del padre primerizo y ponente novato).
Me faltó analizar y comparar resultados y quizás entrar más a fondo en las opiniones de mis alumnos. Mis pobres conejillos de indias me paran por los pasillos y me preguntan que porqué ya no les doy clase, que cómo molaba jugar y que ahora no es lo mismo. Creo que eso es una pequeña evidencia de que la cosa fue bastante bien.
Este año repito curso, 2º de ESO, y estrategia didáctica, la gamificación. La idea es consolidar el esfuerzo realizado, arreglar las imperfecciones y mejorar la experiencia en la medida de lo posible. ¿Cómo? Nada de gran calibre:
- Potenciar la narrativa de Juego de Tronos para facilitar la inmersión y el significado de las misiones dentro del juego. Para ello, por ejemplo, añadimos un vídeo de introducción para despertar interés y curiosidad. También añadimos un enemigo final, el Señor de la Noche, aquel que despierta a los muertos y se fortalece con la desidia de los nobles alumnos. Además, cada misión viene introducida de la mano de un personaje de la sociedad medieval que detalla paso a paso qué hay que hacer y cuántos Puntos de Gloria otorga.
- Añadimos un juego de roles (no confundir con juego de rol) en que los alumnos, previo paso a la actividad del arte románico, deben decidir dónde construir la nueva iglesia de la ciudad y qué tamaño tendrá. Cada jugador asume un rol concreto y sólo alcanzan el éxito mediante la negociación. La idea se inspira en el gran trabajo de SmileUrbo (no sé cuántas veces lo he enlazado ya, pero no me canso de repetir y recomendar este juego). Mi experimento funciona como una pequeña gamificación de una hora dentro de la gamificación trimestral. Por eso, cuando me preguntan cómo empezar a gamificar, les digo que basta con empezar por sesiones breves y puntuales. Gamificar un trimestre o un año entero llega más adelante.
- La clasificación sigue funcionando como el año pasado, los Puntos de Gloria determinan el nivel. Sin embargo, ahora recompenso al campeón mensual, que no tiene por qué ser el primero de la clasificación general. Este recurso me lo recomendaron en el curso que dirigí el pasado julio y en el que profes y alumnos aprendimos unos de otros (Aaay, ese gamificurs bueno!).
Por el momento, mantenemos un estilo de gamificación que podemos calificar de artesanal y narrativo. Creo que mi adscripción al mundo del rol y el juego de mesa potencia esta vertiente. En el centro, la dotación informática sigue siendo difícil de gestionar y las plataformas testeadas prácticamente nulas. Las ganas,por mi parte, nunca se acaban y soy cada vez más consciente de la necesidad de un proceso de cambio en el modo de trabajar que debe partir de uno mismo y no esperar el socorro de terceros.