El profesor, el dispositivo clave de la educación del Siglo XXI

cxor3cfxeaacdjaMuchas otras personas anónimas y el autor de estas líneas han desarrollado el estudio de investigación «El impacto del profesor en el aprendizaje», basado en la aplicación del proyecto «Somos personas, al fin y al cabo» en infinidad de centros de Educación de toda España durante el curso 2015-2016.

La investigación confirma la positiva influencia que ejercen los profesores en el aprendizaje de los alumnos, sobre todo en la motivación, la atención y la actitud, así como en el desarrollo de las competencias específicas y transversales como la iniciativa, la capacidad para aprender, el trabajo en equipo y la creatividad.

El estudio, liderado por Alguien Normal, (doctor en didáctica y especialista en la aplicación del personal teaching wherever you can y las tecnologías emergentes como herramientas de aprendizaje), se desmarca de los proyectos que reciben financiación estatal como son «No es país para motivados» y «Nuevo gobierno, nueva ley de educación» que se basan en introducir a los docentes en todas las asignaturas del curriculum escolar aunque no tengan formación para ello y reducir las horas de las materias menos importantes (humanidades y artes, fundamentalmente).

El objetivo de la investigación ha sido analizar el impacto de la transformación personal de las aulas en el rendimiento académico de los alumnos. Para analizarlo, contra lo que viene siendo usual, se dejaron varios de estos dispositivos en marcha en ambientes relajados y de confianza. Las conversaciones y actividades, monitorizadas y sometidas a análisis, sacaron a la luz los anhelos y pasiones de cientos de elementos de los cuales la administración ni siquiera sospechaba que tuviesen alma.

cartelObsérvese, al respecto, las interesantes iniciativas celebradas en Barcelona y Santa Coloma de Gramenet el pasado fin de semana. El sábado por la mañana, y contraviniendo el concepto que la sociedad tiene sobre los dispositivos docentes, cerca de 300 de estos elementos de enseñanza-aprendizaje se reunieron por iniciativa propia en el Tour de docentes innovadores de la Fundación Telefónica. Aquí indagaron, mediante ponencias (Ángel González, Jaione Pozuelo y un servidor) y talleres prácticos (a cargo de Gamifica tu aula) sobre el potencial del juego como herramienta didáctica y el establecimiento de vínculos entre esta práctica y su trabajo cotidiano. (Podéis acceder a una crónica más detallada aquí)

Por si fuera poco, esa misma tarde otros 50 docentes se reunieron en un bar de Barcelona (atraídos por la promesa de una consumición gratuita) para presentar píldoras de buenas prácticas educativas y establecer vínculos personales y académicos. Se trataba del Innobar: un concepto nacido en España, a medio camino entre la terapia de grupo y los grupos de innovación. No lo dudéis, ha venido para quedarse.

Pero no es esta la única revelación del estudio. Más allá de lo meramente académico, algunos profesores llegan a convertirse en ejemplos y modelos a seguir para sus alumnos. Las autoridades sanitarias recomiendan poner especial cuidado con esta tecnología (no por más antigua menos sugerente), pues podría darse el caso de alumnos que idealizan a sus docentes hasta el punto de desarrollar una cierta adicción. Algunos hablan del síndrome del Dr. Jones o amor platónico adolescente.

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El estudio continua profundizando en la relevancia de los docentes (producidos en ambos sexos y de colores diferentes y formas variables). Algunos de estos elementos se presentan como defensores del cambio educativo (su efectividad puede variar en función de la carga de la batería) con lo que lograrían hacerse un hueco en la vida escolar de alumnos y progenitores -los propios estudiantes afirman que con ellos las jornadas de hasta 8 horas diarias son más dinámicas, interactivas e interdisciplinares-. Según este informe aún sin publicar, estos dispositivos, pese a las trabas de la administración y otros agentes, también pueden favorecer la individualización del aprendizaje, lo que permite adaptarse al ritmo de cada alumno y facilitar la colaboración, además de atender a la diversidad y a las necesidades educativas especiales del aula.

Estos dispositivos  (desde el más asequible formato Profe Interino al más oneroso Profe con plaza pasando por la gama media de Plaza Provisional) han demostrado ser esenciales, por ejemplo, en el éxito de comunidades educativas como la del Colegio Público Joaquim Ruyra de L’Hospitalet. La cordinación entre docentes y familias ha roto con las estadísticas y los convencionalismos deterministas.

Como conclusión y de cara al futuro, el estudio recomienda seguir trabajando para suplir carencias formativas, problemas técnicos puntuales y falta de cobertura y conectividad. De igual modo, el estudio sostiene que, si bien los profesores de corte tradicional muestran incompatibilidades con las nuevas metodologías como el aprendizaje activo o por proyectos, su aportación puede ser igualmente valiosa. La tiza, la pizarra analógica, la fotocopia y el discurso conmovedor y bien elaborado no deberían ser, en ningún caso, lanzados a la papelera de la Historia. Ni tablets, ni TICs, con dinero o sin dinero, el motor de la enseñanza siempre serán los docentes.

Diario de una gamificación (XV)

Hemos estado usando mal el currículo de nuestras materias. Vale, intentaré no exagerar y ser más concreto. He estado usando mal el currículo de mi materia. Ahora mejor.

Hasta el año pasado pensaba que era un paquete promocional de consumo obligatorio. El cliente ideal era el que lograba llegar hasta el final teniendo las notas a punto antes de cada evaluación. Era una visión muy acorde con el concepto del saber clásico, un conjunto de conocimientos que debes aprender en cada una de las etapas de la vida. Resultaba estresante y frustrante tratar de hacerlo lo mejor posible, cuadrando calendarios, adaptándote a salidas y excursiones, puentes y fiestas de guardar. El objetivo, verlo todo. ¡TODO!

Y un día decidí cambiar la perspectiva. El paquete se convirtió en la carta de un restaurante, una sugerencia del chef. Alguien, con muy buena fe, había decidido sugerirme una gran cantidad de platos y ninguno tenía desperdicio. Pero, como pasa siempre, uno tiene sus gustos y tendencias. Así que empecé a pensar que a este restaurante no sólo había venido a comer, había venido a disfrutar comiendo. Y si había algún plato al que no podía hincar el diente no me iba a preocupar. Además, muchos ingredientes se repetían entre plato y plato y podían combinarse en distintas proporciones.

Uno de mis platos favoritos es el Arte Románico. Lamentablemente, ni siquiera cuenta con tema propio en 2º de ESO. Apenas le dedican 2 páginas. Pero a mí me da igual. Yo me entrego a él dos semanas con un proyecto que me encanta. Antes le dedicaba un powerpoint y una sesión… y me sabía a ceniza. Ahora me callo y dejo hacer, me mezclo con los alumnos, coloreo con ellos, les oriento, les ayudo. Antes se lo contaba todo sin parar y les dejaba copiar las ideas clave. Ahora me apasiona, antes me dejaba frío.

Muchos me habéis pedido indicaciones sobre cómo trabajo el Románico en el aula. Pues…

Este año ha crecido y se ha hecho mayor. El año pasado cada clase hizo lo mismo, el frontal de los Apóstoles de la Seu d’Urgell. Como vi que era factible, decidí dar un paso más. Este año consistiría en una exposición que saltaría del aula a los pasillos. Y ha salido bien.

En primer lugar escogí una selección de obras para que cada clase decidiesen cuál querían representar. Había que animarles y demostrarles que el curso pasado había sido posible, que podían hacerlo y mejor. La selección final se redujo al frontal de la Seu, el calendario agrícola de San Isidoro de León y un bestiario de animales reales y míticos.

En segundo lugar, trajimos el rollo de papel continuo al aula, recortamos el necesario y proyectamos sobre él, mediante la pizarra, las imágenes a representar. Como no todos los grupos podían calcar a la vez, y escarmentado del año pasado, asigné a cada grupo un cuestionario de investigación sobre las características básicas del Románico. Así me aseguré que nadie quedaba ocioso. Este paso nos ocupó entre 1 y 2 sesiones.

En tercer lugar, una vez los grupos habían ido calcando sus respectivas imágenes, procedían a darles color. Este proceso ocupó la mayor parte de las sesiones. Algunos grupos decidieron repartirse tareas. Mientras unos pintaban, otros completaban el dossier o buscaban la información que acompañaría a las imágenes: título de la obra, significado…

En último lugar, una vez todo acabado, aprovechando la hora del patio, procedimos a montarlo por los pasillos. Una vez colocados solo queda comprobar el resultado de sus pesquisas sobre el Románico y evaluar su participación mediante observación diaria y una futura prueba escrita. Además, entre los alumnos voluntarios estamos pensando organizar visitas guiadas cuando vengan los alumnos de primaria a conocer el centro.

Ellos están muy satisfechos y orgullosos con el resultado, a pesar de la vergüenza y reticencias iniciales. Han comprobado que son capaces de lograr aquello que se plantean y de superar retos que son realizables con perseverancia y trabajo en equipo. Creo que, más que los puntos acumulados, esa percepción es la principal recompensa.

En este proceso de aprendizaje común vamos marcando hitos que nos parecían inalcanzables antes. La primera vez que los planteamos nos parecen locuras y proyectos condenados al desastre. Y sin embargo son los peldaños sobre los que se asientan las grandes experiencias didácticas. Ahora que sé hasta dónde podemos llegar, vamos a seguir avanzando para fijar nuevos límites.

¡Hasta que el cuerpo aguante!

 

Aprendí a jugar al Hombre Lobo

img_2214No es que antes no supiera. Me conocía las reglas, sabía cuándo debían cerrar los ojos, quién debía abrirlos y cómo eliminar sospechosos. Pero ahora he visto cómo se juega de verdad y no tiene nada que ver.

Fue en el marco del primer (y seguro que no último) Festival del Joc del Pirineu de la Seu d’Urgell. ¿Y qué hacía tan lejos de casa? Pues que al igual que yo enredé a Xavi Socías para que montara un rol en vivo en un curso de del ICE de la UB, él me pidió que organizara un curso de Joc i ensenyament en el Colegio La Salle de la Seu.

Y allí que nos plantamos María Sabiote, Albert Parrilla y yo con nuestras experiencias para enseñar a los profes que el juego, pese a ser tan viejo como el ser humano, es una herramienta didáctica de primera categoría y está ganando terreno. No se trata de usar el juego y presentarlo como una innovación, sino extraer todo su potencial e implementarlo de forma coherente. Eso caracteriza lo que hacemos.

Y no solo fuimos a enseñar, también fuimos para aprender. Aprendimos cómo la alianza de unos padres motivados y un centro receptivo puede dar lugar a un proyecto educativo que trasciende al propio centro. Es el Projecte Joc. Los alumnos de la escuela utilizan los juegos a través del Aprendizaje basado en juegos y la gamificación para trabajar sus habilidades y competencias a lo largo de todas las etapas educativas. Un 10 por este proyecto. Y gracias a Anna y Meritxell por su generosidad.

Por la tarde nos lanzamos a hacer una de esas cosas que a los profes nos falta tiempo para hacer, trabajar en equipo libremente para plantear las semillas de unos proyectos que tuviesen los juegos como pieza clave. Jack el fraccionador, una carrera de cuadrigas, un viaje transatlántico y otro espacial fueron el resultado. Un día de trabajo y formación muy provechoso.

Por la tarde aún tuvimos tiempo de pasarnos por el espacio principal del Festival y disfrutar de una tarde de juegos. Y es aquí donde, aunque no pude jugar, asistí a una Master Class práctica de Hombre Lobo impartida por Joan de NoNameChannel (típico apellido de la Seu). ¡Eso es pasión, eso es jugar, eso estaba a medio a camino entre el teatro y el juego! ¿Qué había estado haciendo con mi versión de Hombre Lobo hasta ahora? ¡Este hombre debería estar cobrando entrada y actuando en teatros! Y al día siguiente, se ve que ya no había nadie más a quien entrevistar y me engancharon para su canal de Youtube.

El Festival fue un éxito de público. Más de 2200 personas de todas las edades pasaron por allí y situó de nuevo a la Seu d’Urgell en el mapa. Cientos de juegos fueron jugados gracias a la ludoteca de los siempre voluntariosos miembros de Ayudar Jugando, hubo partidas de rol viejuno dirigido por adolescentes y, atención, un joven máster de 6 años con Pequeños Detectives de Monstruos.

El año que viene yo repito, pero que no pongan tiendas con ofertas especiales que no me quedará dinero para el billete de vuelta.