¡El día del rol gratis!

¡Qué emoción! Otro año más llega el Día del rol gratis, the Free RPG Day en inglés. Y este año, como estoy un poco p’allá, me voy a poner en plan generoso regalando la posibilidad de descargar 2 mazos de Magic que han hecho mis alumnos de 4º de ESO.

¿Que Magic y el Free RPG Day no tienen nada que ver? En eso os equivocáis. Los jugadores de rol tenemos mucho que enseñar a los de Magic. ¿Habéis visto cómo suele desarrollarse una partida?

Mi turno. Bajo una tierra.

Voy. Bajo una tierra.

Vale. Bajo una 2/2.

¿Ya está? Bajo esto y gano 5 vidas.

Bajo una tierra. Pago 3 y pongo 2 tokens.

Robo. Bajo esta. Es un zombie 3/1 que canta el «Asturias patria querida»

Giro y te hago 2 de daño

Paro con esta y muere

Y así…

¿Es que no veis lo infrautilizada que está la narrativa en los CCG? Es pura mecánica. Una simple acumulación de números y bonus ¿Qué importa la carta que juegues mientras haga un +2 al daño? Lo mismo puedes lanzar un aliento de dragón (+1 al ataque), una lluvia de meteoros (+3 puntos de daño a la criatura objetivo), un viento estival (la criatura objetivo no ataca este turno) que el palo de un churrero (+1 al daño por calor) o una multa de tráfico (-1 punto al carnet). Observemos que lo importante es acumular bonus. ¿A quién le importa qué extraño pacto puede tener un águila con un hongo o un gato con un zombie? ¿De dónde sale ese libro que te hace perder cartas? ¿Y las cartas que se exilian a dónde van? ¿Y las que van directas del mazo al cementerio, han llegado a existir en su mundo? ¿Qué reacciones provoca la muerte de un caballero en su feudo? ¿Y el vacío de poder que provoca la muerte de un Dios?

Pese a todo, me gusta y lo considero un gran juego. Estrategia, suerte, combos, cálculo mental, historias por contar, diseños por crear… Este juego de cartas lo tiene todo para entrar en las aulas por la puerta grande y apuntarnos a la tendencia de los based-learning con un Aprendizaje basado en Magic. Y ya sabéis, si enseñáis a vuestros hijos a jugar a Magic no tendrán dinero para drogas.

¡En fin… disfrutad del trabajo de mis chavales y nunca dejéis de jugar!

Mazo de 60 cartas de la Unión Soviética y aliados.

Mazo de 60 cartas de los EEUU y aliados.

Pues a mí me funciona

jocsmigracions«Está muy bien que su hijo aprenda jugando, pero luego que no llore en unos años, cuando un surcoreano o un finés le pida otra caña en el chiringuito.»

Este fragmento apareció en un artículo de prensa publicado recientemente. El texto habla de la irresponsabilidad de dejar en manos de los pedagogos y la pedagogía moderna cualquier reforma educativa. No, mejor dejar en manos de gente sin formación adecuada toda clase de ministerios, carteras y reformas.

Y el fragmento que cito es la conclusión final. Deduciremos, pues, que es responsabilidad de los docentes y pedagogos de este país el haber orientado la economía nacional hacia el sector servicios, haber recortado en educación y formación,  reducir las inversiones en I+D, haber convertido la formación profesional en una salida para los que no valen para estudiar y hacer creer que sin un título universitario no eres nadie en el mercado laboral. Lo que el artículo no especifica es el coste personal de la educación coreana, ni que, seguramente, los dueños y clientes del chiringuito acaben siendo los chinos.

Entonemos, pues, el mea culpa, oh compañeros profesores. Mira por donde, me reconozco culpable. Juego en el aula y hago jugar. Me gusta hacerlo. No busco unicornios educativos, voy por faena. ¡Pero que vergüenza! -exclamartán algunos- ¡Cómo se atreve a disfrutar de su trabajo! ¡Es que acaso no les recortamos ya el sueldo, le subimos las horas lectivas y difamamos su profesión con rumores sobre largas vacaciones inmerecidas?

Fruto de esa pasión que no me avergüenza compartir con mis alumnos son dos experiencias recientes que deseo reseñar.

La primera la constituyen los magníficos juegos de mesa que mis alumnos de 2º crearon para el proyecto Migracions en este tercer trimestre. Este proyecto, un intento de trabajar mediante el Aprendizaje basado en proyectos (ABP), nació en el departamento de Sociales de mi centro y, pese a la indiferencia de algunos, ha crecido hasta conseguir abrir las puertas del MHIC. El museo nos cedió sus instalaciones para la realización de una exposición de las entrevistas, fotografías y juegos. Mis chavales de 2º estuvieron tres semanas analizando los procesos migratorios para darle forma en forma de juego: leyeron relatos, investigaron causas, aprendieron procesos, redactaron cuestionarios, diseñaron mapas, tableros y tarjetas con material reciclado, elaboraron un producto y, como rematan ellos, aprendieron jugando.

MagicurssLa segunda experiencia es la que más me llena de satisfacción. Un grupo de tres alumnos de 4º de ESO con los que he compartido intensos duelos Magic the Gathering han elaborado un mazo sobre la Guerra Fría. Y es una pasada. Nadie se lo pidió. De forma autónoma han aprendido a aprender. Ellos lo prepararon todo: buscaron imágenes de archivo, situaron las esferas de influencia de las respectivas potencias, analizaron la teconología de las superpotencias y conocieron a sus líderes. Fueron ellos quienes lo hicieron todo sin que nadie les obligara, los que sin saberlo han aplicado sus conocimientos a través del ABP. Y lo mejor de todo es que están dispuestos a contarlo este sábado en el último Innobar de la temporada aquí en Barcelona. Brindo por ellos.

Ese es el poder del juego como herramienta educativa. Quizás el problema sea el de siempre: allá arriba los quieren ignorantes, dóciles, aburridos y aborregados. El juego, por contra, es un problema porque instruye, energiza, divierte y libera. Y a mí me funciona.

 

El Gamificurs: la jornada de expansión

A los claustros de toda la vida les quedan cuatro días. Las paredes caen, las ventanas explotan y una sensación generalizada de euforia y optimismo inunda cada vez a más profesores de forma imparable. Modestia aparte, los claustros del mañana deberían ser como la jornada del Gamificurs. Un centenar de profesionales de la educación de todos los niveles reunidos para ser testigos de una cosa: el juego es una potente herramienta de aprendizaje. Y se hizo jugando.

Ya hay varias crónicas que relatan cómo se desarrolló la jornada, quiénes fueron los ponentes y en qué consistieron los talleres de la tarde. La de Albert Parrilla, quien ocupa un lugar especial en mi claustro virtual, fue la primera que se publicó. La segunda fue la de Oriol Ripoll, maestro de maestros y el primero que me dio la oportunidad de contar qué hacía en clase. La tercera, la de María José GR, directa y contundente, me llena de orgullo como organizador.

Por esa razón, creo que no es preciso que haga mi propia narración metódica. Ahora bien, como este blog es una especie de diario de aprendizaje constante pienso que puede ser más interesante explicaros mi experiencia como coorganizador de la jornada.

Primero. Organizar una jornada como esta ha requerido tiempo, bastante. La lista de tareas para organizar un evento como este es larga y todas requieren dedicación. Eso es algo que se intuye, pero hasta que uno no se pone a ello, no se constata.

Segundo. Escoger una fecha y un lugar no es fácil. Se intenta escoger un día que no coincida con otras formaciones similares o jornadas que compartan público objetivo. Todo el mundo tiene algo ese día, lo que obliga a retrasarlo todo hasta una adecuada conjunción estelar. En esta ocasión, nos coincidió con la feria de Jugarxjugar de Granollers. ¿Y el lugar? Lo ideal sería uno que fuese céntrico, tuviese metro y bus, acceso por carretera y, si pudiera ser, aeropuerto. Oye, que es una universidad quien lo gestiona. Pero bueno, al final hay que conformarse con lo que hay. Sin aire acondicionado.

Tercero. Elaborar una lista de posibles ponentes no es tarea fácil. Ha de ser equilibrada, variada, con buenos comunicadores y que no implique un grave trastorno para ellos. Cuando uno cree tener la lista, algún ponente cae. Muchos proyectos entre manos, compromisos de última hora, citas médicas… Pero no pasa nada porque un día,  tomando una cerveza con otro crack de la lista, se acaba cerrando su incorporación in extremis.

Cuarto. ¿Y qué hay de las actividades? Es una jornada de gamificación y ABJ, no podemos sentarnos a escuchar a otros. Hay que demostrar que a gamificar se aprender jugando. Unas llamadas, unos correos, alguna petición de ayuda, unos favores… y al final todo sale bien. Jornada con escape room, breakout, ludoteca, juegos de rol, rol en vivo…

Quinto. ¡La gente debe enterarse! Es menester una campaña de difusión como es debido, con una cartelería llamativa (diseñada ad hoc por Ana Alcalde), un blog que recoja las novedades, la ayuda de cualquier entidad (primigenia o no) que pueda estar interesada, la preparación de notas de prensa, retos para los visitantes y vídeos. Hay que aprovechar cualquier momento y ocasión para dar a conocer tu jornada. ¡Incluso una boda pirata o las JGA17!

Cuando acabe la jornada todo habrá salido bien, los ponentes habrán dejado al público flipando, los talleres les habrán hecho querer más. Será el momento de la foto final: participantes, ponentes, talleristas y colaboradores posarán eufóricos.

Gamificurs2

¿Y luego? En algún momento, todos llegaréis a casa, esperaréis a recuperar algo de fuerzas, os pondréis delante del ordenador, accederéis a las redes sociales para ver fotos, tweets y reseñas y entonces redactaréis una entrada para contar lo satisfechos que estáis y lo bien que lo pasasteis. (En mi caso, además, habiendo dormido poco, madrugaré para coger un tren, asistiré a una comunión, volveré a coger un tren y un taxi para llegar a casa, dormiré poco y volveré al trabajo).

Por último, agradeceréis uno a uno a todos los que han dejado su huella en esta jornada, empezando por Christian Negre y Lluís Casas, con quienes tengo el placer de formar un magnífico equipo. Luego saludaréis a los ponentes, esos siete magníficos que han encendido una chispa en los espíritus de los asistentes: Joan-Tomàs, Meritxell, David, Raúl, Óscar, Xavier y Manu. También felicitareis a los talleristas por su buen hacer, porque sin ellos no habría sido lo mismo: el tándem Raul-Liliana, Jose, la gente de ALC Stronghold y de ASAUPAM (por lograr lo que querías, que unos 50 profes jugasen a rol), Oriol de Games4gamers y el equipo de Lu2. Tendréis vuestras palabras de afecto para todo el equipazo de MITIC por haber ayudado a grabar, hacer fotos, recoger material, pasar lista y vender boletos de la rifa benéfica que se organizó con el material de Nosolorol, Edge y Games4gamers. (¡236 euros para una buena causa!).