Una audioreseña muy especial

IMG_20180413_111752_898Hoy tengo el placer de compartir con vosotros la que será la primera de una serie de audioreseñas muy especiales. Y lo son porque en ellas participamos mi mujer (@madreEntropica, del blog sobre maternidad y crianza Mamá Entropia), un servidor y Martina, (la peque de la casa) que con 3 años lleva la voz cantante en esta reseña.

Hace poco fue su cumpleaños y le regalamos el juego Primer Frutal, de la editorial Haba. Se trata de un juego colaborativo para varios jugadores a partir de 3 años con el que nos hicimos tras escuchar una charla las recomendaciones de la psicóloga Nuria Guzman (@Nuriajugant). A estas edades es mejor que los niños jueguen a juegos colaborativos en los que todos ganemos o perdamos, y si es en familia mejor. En Primer Frutal se trata de recolectar frutas antes de que se las coma un cuervo… ¡emoción en estado puro si tienes 3 años!

Espero que disfrutéis de la reseña tanto como nosotros jugando en familia.

Curso gamificado con éxito

Debía de ser enero cuando la gente del Institut de Ciències de l’Educació se puso en contacto conmigo para organizar un curso de formación centrado en las aplicaciones educativas de la gamificación. Diseña el curso al que te habría gustado asistir -si no fueses un atolondrado autodidacta- me dijeron. ¿He oído bien? ¿Vía libre para diseñar un curso? Sí, como quieras y con quien quieras. 20 horas presenciales y 10 de proyecto.

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Menuda responsabilidad, pensaba yo. Esto hay que hacerlo bien, que no parezca que voy aprendiendo sobre la marcha. Mi imaginación estaba disparada: habría juegos de mesa y juegos de rol, y teoría, y ponencias interesantes, y casinos y confeti… y entonces pensé, ¡madre mía! demasiado trabajo para mí solo. Vamos a compartir la carga el diseño de esta aventura con otro magister gamificorum. Me puse en contacto con mi amigo Christian Negre (Aka Dr. Breakout) y le propuse ir a medias. ¡Vamos a diseñar ese curso!

Y hay que ver cómo pasa el tiempo. Ha acabado la primera semana de julio y con ella el curso. No puedo estar más satisfecho. El resultado final es mucho mejor de lo que esperaba. Sabía que habíamos diseñado algo bueno, pero faltaba el último ingrediente, los asistentes y los invitados al curso. Con ellos se ha hecho, sencillamente, fantástico.

Intentamos, a la vez que trabajábamos y hablábamos de gamificación, gamificar el curso  a su vez, organizando una clasificación con los puntos que los asistentes lograban por participar en los distintos juegos que íbamos a desarrollar en cada sesión. La recompensa, un abrazo, pero hacía tanto calor que lo pospusimos para cuando winter is coming.

En la primera sesión rompimos el hielo con una pistola Nerf y un pseudo-Jungle Speed (la competitividad estaba a la altura del original). Luego vino la parte de la teoría, que no debió hacerse excesivamente pesada pues todos volvieron al día siguiente. Pese a los temores del ICE, ningún alumno necesitó asistencia médica. Eso es bueno.

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En la segunda sesión  empezamos con un sencillo examen kahootizado sobre la teoría vista el día anterior y seguimos con la práctica diseñando una gamificación colectiva usando el diseño del Speed Gam de Oriol Ripoll. La jornada terminó con las presentaciones de Albert Parrilla (todavía recuerdo la primera vez que lo vi, tan joven… hay que ver cómo ha crecido desde entonces) gamificando sin narrativa y la de María Sabiote, remarcando la importancia de creer en lo que estábamos haciendo para que nuestros alumnos entrasen en nuestro juego. Los dos estuvieron de categoría.

En la tercera sesión, Christian se encargó de definir cómo funcionan y por qué nos gustan tanto los juegos de mesa. Lo mejor vino con el laboratorio de disección de juegos. Analizamos las entrañas de algunos de los juegos más comerciales (y otros no tanto), los meeples salpicaban el suelo, las losetas se abrían en canal, las cartas crujían… Me encanta el olor del cartón por la mañana, huele a juego… Aunque, ays… aquí nos quedamos sin tiempo para analizar las fichas de disección de cada juego.

En la cuarta llegó el turno de los juegos de rol. Los definí y defendí como una potentísima herramienta didáctica, como lo que son. Luego Xaví Socías (parece que fue ayer cuando vi su entrada en el Bastión), de Cheap Films, nos explicó cómo se lo monta un padre del AMPA para hacer del juego un pilar fundamental de aprendizaje en la escuela de sus hijos y Roberto Alhambra nos explicó cómo llevó los juegos de rol al aula de forma natural y los encargos de la Xunta para realizar productos educativos gamificados. Dios los cría y ellos se juntan. Pero la jornada no había acabado todavía porque… ¡se había producido un asesinato en el edificio! Xavi nos había preparado un rol en vivo basado en el popular Cluedo y hay que decirlo todo: la interpretación de los esforzados voluntarios estuvo a la altura de los mejores teatros del mundo. Si yo me encargase de estas cosas prepararía un par de cursos de teatro para el año próximo.

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En la última sesión los asistentes tuvieron que ayudar al Centro de Enfermedades Infecciosas a derrotar al apatovirus. Para ello tuvieron que desactivar las medidas de seguridad que los científicos habían montado alrededor de una misteriosa caja. Trabajando en equipo (y con algún comodín que otro) obtuvieron la dulce recompensa y se ganaron un lugar en el hall of fame de Breakoutedu. Por último, quedaba resolver las dudas acumuladas y evaluar el curso de forma gamificada (porque los formularios oficiales ya vendrán más adelante).

Y así, con confeti, chuches, foto de familia y cerveza, acabó la que para mí ha sido una de las mejores experiencias de formación de mi carrera docente. Ha supuesto mucho trabajo sacarlo adelante, teniendo en cuenta que era la primera vez que nos planteábamos un reto semejante, pero a juzgar por las anotaciones de los asistentes, diría que ha sido un éxito rotundo.

A nivel de organización, el principal reto fue llenar las 20 horas con actividades. Al final, algunas de las cosas que teníamos previsto hacer no han encontrado su hueco por falta de tiempo. Nada que no se pueda corregir para futuras ediciones. Por otra parte, me quedo con muchas cosas para mi maleta docente: la importancia de las ganas y meterse en el papel, las infinitas posibilidades que ofrece la gamificación combinada con otras estrategias o la utilidad del juego en el aula…

Estoy seguro, y los asistentes coincidirán conmigo en ello, que si hay alguna forma de resumir la razón de ser del curso es la frase con la que se despidió Xavi Socías al acabar el rol en vivo: Si juguéssim més faríem del món un lloc millor.

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PD: Podéis acceder a una completa colección de imágenes y tweets  del curso en este enlace

Repaso del curso 2014-2015

FichaspjLlega el mes de julio y un nuevo año escolar ha llegado a su fin. El curso 2014-2015 ha sido uno de los más activos en lo que al uso de juegos en el aula se refiere y, como es lógico, conviene realizar un balance de todo lo puesto en práctica. De nuevo, hemos jugado mucho más y con muchos más alumnos que el año anterior, y eso siempre es positivo.

Sin duda, la asignatura Juegos de rol y de mesa ha sido la gran protagonista de este curso y la materia que ha absorbido la mayor parte de mis energías. Han sido 28 semanas lectivas en las que he alternado unos 13 juegos de mesa con sesiones de juegos de rol. Sobre esta asignatura todavía tengo que hacer un análisis más profundo recogiendo y valorando las encuestas de opinión de los participantes.

También en 3º de ESO volvimos a llevar a poner en práctica El naixement d’un Estat, un juego basado en la organización de un partido político, la confección de propaganda y la elaboración de las estructuras básicas de un estado. A través del juego los alumnos adquirían nociones básicas de política. Un éxito en dos de los tres grupos de tercero.

Con el grupo de 2º de ESO hice varias cosas. En primer lugar  inicié una serie de partidas ambientadas en un sandbox de estilo medieval fantástico basándome en Aquelarre y su universo. La experiencia la llevé a cabo con un grupo de alumnos escogidos por sus buenas calificaciones. Sin embargo, la experiencia no prosperó debido a la escasa colaboración por su parte a la hora de llevar adelante el blog donde debían explicar lo que iban haciendo en cada sesión. Después de estar tres semanas sin actualizar, decidí suspender la actividad para replantearla en otra ocasión.

En segundo lugar, el grupo al completo se convirtió en una célula de agentes del Ministerio del Tiempo en una de las experiencias más gratificantes que he tenido como profesor (1 y 2). Guatemala Connection convirtió una parte del temario en una aventura y me sirvió para jugar con un gran grupo de jugadores una partida de rol empleando el sistema FATE algo modificado.

Sin títuloEn tercer lugar, puse en práctica el juego La batalla de los nobles (algo todavía por contar). Los grupos, convertidos en las familias de Canción de Hielo y Fuego, debían gestionar los recursos de un feudo y ampliar sus dominios en un reino cuyo monarca estaba cada vez más debilitado. Aquella familia de más prestigio se convertiría en la nueva familia real.

En cuarto lugar, a final de curso elaboramos un Tabú basado en los conceptos propios de la materia de Ciencias Sociales de 2º de ESO (Historia Medieval y Moderna) y jugamos al Carcassonne por equipos.

Ya con el grupo de 1º de bachillerato dedicamos una sesión de la asignatura Història del Món Contemporani para jugar al Diplomacy. Los alumnos, por parejas, asumían el mando de una las potencias contendientes en la Primera Guerra Mundial. Fue todo un éxito que más tarde repitieron de forma autónoma jugando sobre los mapas de sus libros.

En este grupo, y por iniciativa propia, uno de los alumnos elaboró una versión del Tabú con conceptos del temario y, junto a otro compañero, propuso jugar a Hombre Lobo sustituyendo los personajes típicos por espías y agentes de la Gestapo.

También en este grupo arbitré partidas de Bàrbars de Lemuria y Spirit of the Century con mucho éxito. ¡Incluso una profe se apuntó a jugar!

Pero este año ha sido especial por muchas otras razones. Para empezar, por la colaboración de diversas editoriales nacionales que han contribuido a dar forma a un fondo de juegos que podré utilizar en mis clases: HTPublishers, Conbarba, Sombra, Epicismo, Nosolorol, Edge y Devir. También hay que destacar que ha habido gente (no hablo de las instituciones, que no han mostrado ningún interés) que ha querido ver en directo lo que hacía con mis alumnos. Estoy hablando de Xavier Moratonas, de Lu2, y Koldo Gallostra, que está escribiendo una tesis sobre el juego. Ese mismo interés me permitió dar a conocer mis experiencias y disfrutar conociendo otras en la 4ª sesión de las Pick Up Idees en la Universitat de Girona.

En resumidas cuentas, este ha sido un gran año en lo profesional y lo personal. El curso próximo lo pasaré en un centro nuevo, y con todo lo aprendido en este puede ser muy interesante. Evidentemente, os tendré informados, pero por el momento tengo intención de gamificar algún temario y seguir organizando partidas de rol.

¡A jugar!

Asignatura Juegos de rol y de mesa (28ª semana)

Última semana de la asignatura, pero no la última entrada sobre ella.

El martes dedicamos la última sesión completa de juego a uno de los que los compañeros del trimestre anterior habían recomendado a los de este último: Dixit. Al parecer, las ilustraciones y la mecánica de juego habían dejado un buen sabor de boca a los jugadores. Algunos hacían referencia a él como «el juego del dibujante fumao«.

Con este grupo volvió a suceder una cosa similar. Sus características ilustraciones y su mecánica (sencilla, divertida y ágil) han gustado a este grupo tanto como al anterior. Aún así, los alumnos que más habían disfrutado de la profundidad del Catan me comentaban que el Dixit les ha sabido a poco.

El miércoles fue el último día de la asignatura. Como viene siendo costumbre lo dediqué a realizar la encuesta de rigor para conocer la opinión de mis alumnos. De este modo, podré saber con qué juegos han disfrutado más y qué cambios realizarían en la asignatura, entre otras cosas. Cruzo los dedos para poder tener otro espacio como este el curso próximo.

A ver si, entre las memorias de fin de curso, las evaluaciones y las reuniones, los pañales y los biberones, encuentro tiempo para someter esta experiencia a una merecida reflexión.

Jugando a Tabú en 1º de bachillerato

La semana pasada concluyó con una muy grata sorpresa por parte de un alumno de la asignatura Història del Món Contemporani de 1º de bachillerato. Este alumno llevaba tiempo insistiéndome en que buscase algún juego para ellos, que siempre iba con el Catan o el Carcassone de aquí para allá y habíamos dejado de jugar al Timeline. Medio en broma, medio en serio (teniendo en cuenta que se acerca el final de curso, hay muchos exámenes por hacer y corregir y un temario que acabar) le dije que si él encontraba un juego para la clase jugaríamos.

Y apenas le costó una semana pensar que el sistema del Tabú podría funcionar con el temario de la asignatura. En este juego, un jugador recibe una tarjeta con una palabra, personaje o concepto y debe hacer que el otro jugador la adivine. El problema es que hay una serie de términos prohibidos que el primer jugador no puede emplear. Por ejemplo: si el concepto clave fuese URSS las palabras prohibidas podrían ser Lenin, Soviet o 1917.

En esta primera versión los alumnos deberían adivinar conceptos (ideologías, pactos, organizaciones…) y personajes representativos y significativos de la asignatura. La verdad es que el chaval hizo una muy buena selección, con tarjetas que iban desde lo más fácil a lo más complejo.

Dividimos la clase en 3 grupos de unos 6 alumnos. Una pareja del equipo intentaba hacer adivinar a su grupo las palabras clave. Aunque no había palabras prohibidas, cosa que hay que añadir en la próxima edición, la tarea no era sencilla. Cada acierto se sumaba a un marcador en forma de espiral dividido en casillas, lo que contribuía a incrementar la competitividad.

Funcionó con la mayoría del grupo, a excepción de un par de alumnas que no quisieron participar y fueron obligadas a hacerlo (lo que explica que no colaboraran con su equipo). El jaleo fue tal que tuvieron que venir a llamarnos la atención, pero claro, nadie dijo que se tuviese que aprender en silencio.

Nunca se me había ocurrido utilizar este tipo de juegos de adivinar conceptos y personajes, pero creo que es perfecto. Por el momento, se me ocurre que se podría dedicar una clase de juego en la última sesión de cada tema, a modo de repaso de contenidos, usando definiciones y palabras clave de cada unidad.

Sin embargo, hay otra forma de utilizarlo que me gusta más. Para empezar, se deberían seleccionar desde el principio del curso los conceptos clave de todo el temario y dedicar una primera sesión al juego. Evidentemente, en esa primera sesión los alumnos desconocerían la mayoría de los términos de las tarjetas. Luego, a medida que avanza el año escolar repetir la actividad cada cierto tiempo y también al final del curso. De esta forma los alumnos podrían constatar cómo se ha incrementado su compresión de la Historia Contemporánea. Además, se podría representar de forma gráfica con un marcador, mensual o trimestral para que fuese mucho más visual.

Como se puede comprobar, el uso de juegos en clase puede generar dinámicas realmente interesantes y motivadoras. Ya es la segunda vez este año que no soy yo el que propone y lleva juegos a clase, sino los alumnos de bachillerato. Como he dicho alguna vez, esto es como lanzar semillas al aire, alguna siempre cae en suelo abonado.

Asignatura Juegos de rol y de mesa (26ª semana)

Esta semana hemos seguido jugando a Catan en clase. La toma de contacto de la semana pasada fue suficiente para que me pidieran repetir. Y eso es lo que hemos hecho esta semana.

¿Qué ventajas tiene el uso de este juego en una clase?

Para empezar, incentiva el trabajo en equipo. Teniendo en cuenta que el juego es para 4 jugadores y tengo entre 10 y 15 alumnos no tienen más remedio que formar grupos de 3-4.

En la misma línea que el punto anterior, requiere de una toma de decisiones conjunta y la búsqueda de un consenso, lo que nos pone en el camino del espíritu democrático que aparece en algunos currículos. Al jugar por grupos, ningún jugador puede tomar la iniciativa sin consultarlo con el resto de miembros del equipo: los egos tienden a desinflarse.

Además, obliga a mantener la atención de forma continuada. En este juego difícilmente podrán dedicarse a mirar el móvil mientras no es su turno (suponiendo que usen el móvil en clase). Los recursos se producen cada vez que ruedan los dados. Además, el valor de los productos puede cambiar de un turno a otro. La madera que hace 5 minutos andaba tan cotizada puede dejar de estarlo con una sola tirada.

Por último, facilita el contacto con compañeros con los que de normal algunos no se relacionan. De esta forma, por ejemplo, los más tímidos y reservados deben abrirse al resto del grupo y opinar para poder progresar. Además, para poder progresar en el juego será necesario comerciar con el rival para obtener recursos que escasean o de los que nuestras ciudades no pueden abastecerse.

En general, el juego ha gustado a la mayoría del grupo, exceptuando a los 2 o 3 alumnos que, me da la impresión, todavía no se han divertido con ninguno.

Sin duda estamos ante un juego de obligada presencia en cualquier ludoteca de un centro de enseñanza. Es más, es una gran opción para incentivar las tardes en familia y lograr que los chavales dejen por un momento la videoconsola o el ordenador. Con la práctica, una sesión de juego puede establecerse en una hora de principio a fin, muy lejos de las interminables sesiones de otros juegos tradicionales. ¿Nadie tiene una hora para jugar en familia? Yo no me lo creo.

La editorial Edge llega al instituto

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Al Filo del Imperio, La Llamada de Cthulhu y Civilization, de Edge.

Una nueva remesa de material lúdico y potencialmente educativo llega a mis manos, en esta ocasión cortesía de Edge Entertainment. Esta empresa es de sobras conocida en el mundillo de los juegos de mesa y de rol por sus numerosas publicaciones en ambos sectores y su lista de productos es tan amplia que no sabría por dónde empezar o cuál destacar.

Cuando estuve hablando con ellos salieron a relucir, por su potencial educativo, lúdico o de iniciación a los juegos, algunos productos como La Llamada de Cthulhu (un viejo conocido de este blog), Canción de Hielo y Fuego, la caja de inicio del nuevo juego de rol de Star Wars o la de Dragon Age. Aunque pueda sonar extraño, el uso de ambientaciones fantásticas no está para nada reñido con las finalidades educativas. Entre los juegos de mesa hicimos mención a Age of War, Civilization, Ciudadelas o Condottiere, algunos de los cuales ya he utilizado previamente.

Pues gracias a la buena predisposición de Edge ahora contamos con nuevo material:

La Llamada de Cthulhu, en su edición primigenia: de este gran juego, uno de mis favoritos, hace meses que preparo una reseña para la sección de Juegos de rol para la clase de Historia, pero creo que nunca acaba de estar a la altura. Años 20, misteriosos sucesos, peligrosos poderes, luchas a vida o muerte. ¿Cómo salvar a la Humanidad cuando solo eres un arqueólogo? Cada aventura es un reto.

Star Wars, al Filo del Imperio: en plena guerra civil galáctica, los buscavidas y granujas como Han Solo se esfuerzan por ganar dinero y quedarse al margen. Los jugadores encarnan a aquellos que viven en el borde de la Galaxia y llevan a cabo turbios negocios mientras tratan de no verse arrastrados por el caos de la guerra. Aventuras para comerciantes, exploradores, mecánicos y cazarrecompensas con una dinámica narrativa en la que todos los jugadores participan de la construcción de la trama.

Civilization: uno de los grandes clásicos de los juegos de estrategia para ordenador convertido en juego de mesa. El objetivo es convertirse en la civilización dominante mediante el uso del comercio, la cultura, la tecnología o la guerra. Conceptos de política, historia y economía se combinan aquí para hacer de este producto un recurso potencialmente didáctico en el que tengo ganas de sumergirme.

Por último, solo me queda agradecer a Edge su envío y su colaboración.

Asignatura Juegos de rol y de mesa (23ª semana)

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La intrincada red urbana de Carcassonne

Las convocatorias de huelga vuelven a dejarme con los efectivos reducidos una semana más y la verdad es que ya he perdido la cuenta de las veces que ha pasado este año. En la primera sesión han estado presentes algo más de la mitad de los alumnos del grupo, pero es un número que he juzgado insuficiente para llevar a la práctica una nueva sesión de juegos de rol.

Aún así, el número de jugadores ha sido adecuado para formar parejas con los que inaugurar el material que Devir nos hizo llegar tan amablemente. El juego seleccionado ha sido Carcassonne, de Klaus-Jürgen Wrede y galardonado en 2001 como juego del año. El éxito del juego se hace patente en sus numerosas expansiones (unas 14), que contribuyen a alargar la vida y rejugabilidad del producto.

El juego, explicado de forma sencilla, consiste en unir casillas que van saliendo aleatoriamente para dar forma a ciudades amuralladas y a caminos que lleven de un lugar a otro conectando dichas urbes, granjas o monasterios. En función del tamaño de la ciudad amurallada o de la longitud del camino se consiguen más o menos puntos.

Aunque ninguno de mis alumnos lo ha preguntado, mencionado, ni pedido, he iniciado la sesión con cuatro pinceladas de la ciudad francesa cuyo nombre lleva el juego y su contexto histórico. Esas murallas, granjas, caminos y monasterios nos invitan a hablar, aunque sea brevemente, de los puntos cardinales que regían el destino de los hombres y mujeres de la Edad Media.

Pero como lo que ellos querían era jugar a eso hemos dedicado la mayor parte de la hora. Nuestra primera partida ha durado unos 45 minutos entre la explicación de las reglas, nada complejas, y el desarrollo de la partida. Enseguida han captado la dinámica y han empezado a cerrar ciudades y caminos. Eso sí, hemos seguido la recomendación del diseñador y hemos prescindido de contar las granjas en la puntuación final.

Al acabar la sesión, una rápida encuesta ha dejado patente el éxito del juego entre los jugadores, de los que solamente ha recibido un voto negativo y una abstención (hasta en una asignatura de juegos hay desmotivados). Todo un juego de estrategia y algo de azar que entra por la puerta grande a la selección de juegos de mesa para la clase de Historia (y otras materias).

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Esos robots no van a moverse solos

En la segunda sesión de la semana, con los efectivos casi al completo, hemos continuado probando otro de los juegos enviados por Devir. En esta ocasión se trataba del Ricochet Robots, un juego diseñado por Alex Randolph y pensado para 1 a 10 jugadores.

A diferencia del Carcassonne, el Ricochet Robots ha tenido menos éxito entre los chavales por resultarles algo más complejo. Lo cierto es que, pese a su sencillez básica (las reglas ocupan 2 páginas y se comprenden rápidamente), el juego esconde grandes, pero asequibles, desafíos. Aquellos con una buena capacidad de visión espacial y geométrica y algo de paciencia no tendrán problemas en dominar el juego verdaderamente desafiante.

La misión de los jugadores consiste en guiar a un robot concreto hasta una casilla objetivo. El problema es que estos robots se desplazan en horizontal y vertical sin frenos por un almacén plagado de obstáculos. Las máquinas se detendrán cuando choquen contra una pared, otro robot o la casilla de destino. Ganará aquel jugador capaz de guiar al robot en el menor número de movimientos.

Curiosamente, el resultado ha estado bastante polarizado. Dos equipos se han hecho con 7 y 6 fichas, mientras el resto apenas han cosechado un par, una o ninguna (casi que mejor no os digo mi resultado).

En mi opinión, ambos juegos son perfectos para cualquier nivel de la Enseñanza Secundaria Obligatoria y variadas asignaturas. Carcassonne ,un viejo conocido, podría servirnos como elemento de motivación en una sesión de introducción a la Edad Media en un 2º de ESO. Pero también podríamos invitar a los alumnos a fabricar un tablero en que el objetivo fuese unir elementos químicos, palabras, o cualquier otra cosa que se os pueda ocurrir. Ricochet Robots, que ha supuesto una agradable sorpresa, podría servir para materias más orientadas a la lógica y quizás para una más manual, ya que da pie a construir un gran tablero por el que mover las piezas.

Pero… ¡Atención! Porque esta semana, la última antes de las vacaciones de Semana Santa, los alumnos de primero de bachillerato me han sorprendido trayendo el Hombre Lobo para jugar una sesión ambientada en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial, donde los hombres lobo eran agentes de la temida Gestapo, la bruja era un médico y la vidente un espía aliado. Con un poco de trabajo extra puede quedar una versión muy resultona.

¿Qué podría decir para acabar? Pues que si alguien está pensando construir una ludoteca con fines didácticos estos tres juegos de los que he hablado (Carcassonne, Ricochet Robots y Hombre Lobo) deberían estar en su lista de posibles adquisiciones. Y si lo que buscáis es un buen rato en familia, jugando padres e hijos, pues también merecen la pena.

Asignatura Juegos de rol y de mesa (22ª semana)

Devir

Los juegos remitidos por Devir ¡Muchas Gracias!

Acabó el segundo trimestre y comenzó el tercero, dando así paso a un nuevo grupo de juego para la asignatura. De nuevo, 15 son los alumnos afortunados (algunos no se han dado cuenta todavía) para explorar el universo de los juegos de rol y de mesa aprendiendo algo en el intento.

Como ya es costumbre, empecé la primera sesión del trimestre haciendo una encuesta a los recién llegados para averiguar qué saben de los juegos de rol y de mesa, qué juegos conocen, qué creen que pueden aprender con ellos, cómo piensan que es la gente que juega o en qué gastan su tiempo libre, entre otras cosas. Como en las ocasiones anteriores, ya expondremos los resultados cuando los hayamos sometido a análisis.

En esta primera sesión, a diferencia de las anteriores, pudimos contar con material nuevo en cuanto a juegos de rol y de mesa se refiere gracias a las aportaciones de distintas editoriales a lo largo del mes de marzo. De esta forma, la explicación no se quedaba solo en una visión teórica acompañada de un powerpoint, sino que se convertía en algo manipulativo.

Para empezar, tras explicarles lo que eran, puse en sus manos ejemplares de varios juegos de rol de distinto formato, desde el los más pequeños hasta los más voluminosos. Su reacción, contraria a la esperada por mí, fue más bien de cierta decepción y rechazo. Como ya comenté por G+: ¡Profe, pero si esto es un libro, tiene muchas páginas y hay que usar la imaginación! ¡Vaya por Dios! ¡Qué problemón!

Sin desfallecer les conté las maravillas que se esconden tras sus páginas, pero fue como la primera oleada de un desembarco en tierra de conquista: las defensas de la playa eran recias y la población nativa hostil. ¡Los argumentos caían uno a uno bajo las balas de la desidia!

Así que decidí pasar a la segunda parte, organizar un desembarco (vale, un unboxing) de juegos de mesa. Les repartí por grupos aquellos juegos de mesa que la editorial Devir había enviado para la asignatura: Catan (¡por Dios, el mejor juego del mundo by now!), Carcassone, Ricochet Robots y La Resistencia. ¡Esto no podía fallar! Pues… ¡Ja! con cierto recelo, y tras manosear fichas, cartas y losetas, llegaron a la conclusión de que todo aquello, antes de dejarse llevar por la emoción, debía ser jugado.

Al día siguiente empezamos con la primera sesión de juego de la asignatura. El juego seleccionado para desentumecer la imaginación y la habilidad de hablar en público y trazar discursos mínimamente coherente, fue el Story Cubes, del que ya he hablado en otras ocasiones.

Antes de jugar, viendo que el grupo se había mostrado bastante tímido y reacio el día anterior, tuve que recurrir a una operación de acoso y derribo sin descanso. En pie, empezamos a hacer ejercicios de estiramiento, a correr por la clase, a repetir frases absurdas, a levantarnos y sentarnos… en definitiva, empezar a perder el miedo al ridículo.

Una vez ablandadas sus defensas el juego empezó a fluir con naturalidad. En esta ocasión, usamos unas reglas que encontré mediante el blog de WKR para jugar a ¡Sí, señor oscuro! pero con los dados del Story Cubes. Los iconos de los dados se convirtieron en excusas con los que construir historias absurdas pra cargarle el muerto a otro jugador. Poco a poco fuimos añadiendo elementos y frases que debían aparecer en cada historia: un troll lamiendo piruletas y un unicornio comiendo nabos (WTF!).

Añadiendo unas pocas variantes más, como el cronómetro o la variante de ser un periodista que debe colar una noticia a un grupo de redactores, llegamos al final de la sesión sabiendo que, tras pasarlo bien, la hora se había hecho muy corta para algunos.

Asignatura Juegos de rol y de mesa (21ª semana)

Fuente: Wikipedia

Apartando una pila de exámenes y doblando el tejido del espacio-tiempo como un agente del Ministerio logro encontrar el momento y el lugar para escribir esta entrada. Se trata de la última del grupo de juego del segundo trimestre.

El juego seleccionado para esta semana ha sido el archiconocido Dixit, de Jean-Louis Roubira y distribuido por Libellud. Este juego presenta una dinámica tan sencilla que bastó un solo ejemplo para que los jugadores entendieran su funcionamiento. Para aquellos que no sepáis de qué juego hablo y cómo funciona os lo explicaré brevemente.

En Dixit, cada jugador tiene una mano de cartas ilustradas. Uno de ellos, al que llamaremos narrador, escoge una y, sin mostrarla al resto, dice una frase, idea o concepto (puede ser un color, un sentimiento, un libro, una película) que esté relacionado con esa carta. A su vez, el resto de jugadores buscan en sus manos una carta que pueda tener relación con lo que ha dicho el narrador y se la entregan boca abajo. Éste las baraja y las coloca encima de la mesa boca arriba. El objetivo del resto de jugadores es adivinar cuál de todas es la carta del jugador inicial.

La dificultad y la gracia del juego está en decir una idea, frase o concepto que evite que todos o ninguno adivine cuál es la carta del jugador inicial. Si todos aciertan esa carta, el jugador inicial no obtiene puntos. Si ninguno acierta cuál es la carta, el jugador inicial tampoco obtiene puntos. Además, el resto de jugadores obtienen puntos si alguien escogió su carta.

Ahora bien, si algo especial tiene Dixit no es simplemente la mecánica de juego, sino la magnífica calidad de las imágenes de las cartas, de un carácter onírico y surrealista extraordinario. En palabras de Joel: ¡Profe! ¿Que s’han fumao pa dibujar esto? Su autora, Marie Cardouat, logra que sea difícil no sentirse inspirado por las ilustraciones para lanzar al aire una idea con cientos de interpretaciones posibles.

Por su carácter subjetivo y artístico este juego tiene muchas posibilidades en una clase de educación visual y plástica, o en talleres de creación literaria, o en clases de lengua y literatura. ¿Y si las cambiásemos por imágenes históricas para hacer un Dixit-on-time o algo así?

El juego ha gustado mucho entre los alumnos, tanto por su sencillo reglamento, que lo hace apto para un numeroso público, como por las ilustraciones. Curiosamente, ha servido para que se planteen una reflexión ya que, según algunos de ellos, los adultos no pueden saber jugar a esto porque «los mayores no tienen imaginación». No saben lo equivocados que están.

Por último, y al igual que en el trimestre anterior, la sesión final ha servido para someter la asignatura al análisis de los usuarios y ver qué juegos han triunfado, cuáles no y qué opinión les merece esta optativa. Las encuestas realizadas serán analizadas para una conveniente reflexión final.

Ahora ya solo me queda esperar la llegada del nuevo grupo, con el que empezaremos la semana que viene. ¡A ver qué tal!