La última entrada del año es para los juegos de la última semana de clase antes de las vacaciones de Navidad: rol para un grupo de la asignatura Juegos de rol y de mesa y el juego de tablero Diplomacy para la clase de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de bachillerato.
ROL
El jueves pasado nos quedamos a jugar con 3 voluntarios de la asignatura Juegos de rol y de mesa con la idea de que después ellos mismos puedan dirigir una partida a sus compañeros. La sesión de juego empezó con algo de retraso (ay, la puntualidad y el compromiso de estos adolescentes…) pero se pudo llevar a cabo. El contexto fue el Antiguo Egipto y el juego Saqueadores de tumbas.
Un funcionario y dos soldados se encontraban visitando las explotaciones agrícolas, aldeas y propiedades varias de una región del imperio. Su misión consistía en recabar información sobre la producción de cereal y cabezas de ganado. Tras todo un día de viaje y trabajo, tenían garantizado alojamiento en casa de uno de los nobles más acaudalados de la zona. En la casa se hallaba otro viajero con una misión similar, un sacerdote que recorría los templos con el mismo fin.
Tras presentarse ante el propietario y dejar las armas en la entrada de la casa (excepto los puñales, hábilmente escondidos entre la ropa), los invitados fueron alojados en un confortable dormitorio. El funcionario convenció al propietario para que los soldados durmiesen en la misma habitación que él.
Antes de la cena, uno de los soldados se dedicó a asediar a una joven esclava, de nombre Cleopatra, con la que no pudo quedar como un hombre debido a una pifia en el momento culminante del asedio. El funcionario y el otro soldado gastaron su tiempo deambulando sin más percances.
Tras la cena, en la que el noble habló de sus propiedades y el reciente fallecimiento de su padre (razón por la cual había varias cajas con estatuillas ushebtis por el gran salón), los jugadores se retiraron a dormir.
Y justo entonces, cuando todos dormían, se desató el infierno en la casa. Los gritos de los esclavos y siervos despertaron a los jugadores. Algo terrible debía estar pasando. Se oían platos romperse contra el suelo, muebles que se volcaban y carreras de pasos. Sin embargo, lo más intranquilizador eran unos extraños gritos inhumanos que se escuchaban por encima de los demás.
Los protagonistas, armados con sus cuchillos cortos, salieron a investigar. Rastros de sangre salpicaban el suelo de la vivienda en varias direcciones. Al girar una esquina vieron a una criatura antropomórfica, desnuda y de piel grisácea que mordía a una de las esclavas de la casa. Los protagonistas fueron asaltados por varias de estas criaturas, de las que se deshicieron con dificultad: eran veloces, resistentes y sus garras eran mortales. El funcionario saltó el muro de la propiedad para encontrar un refugio seguro y escapar de un perseguidor, lo que le permitió ver cómo varias decenas de las criaturas entraban y salían de varias dependencias de la propiedad cargando con esclavos y trabajadores de la finca.
El amo de la casa, herido, pidió a los jugadores que comprobaran el estado de sus hijos e hija, a lo cual los soldados y el sacerdote accedieron. Lamentablemente, aunque llegaron a tiempo, no puedieron evitar que las criaturas escaparan con los niños como prisioneros.
El noble propietario ofreció una elevada recompensa si recuperaban a sus hijos, siervos y esclavos de las manos de esos monstruos. El grupo accedió, pero la resolución se tuvo que posponer para la próxima sesión.
De esta sesión me gustaría destacar la capacidad de imaginación e interpretación de uno de los soldados, que se inventó a la esclava Cleopatra y la convirtió en la motivación de su personaje para plantar cara a las criaturas y actuar. De igual manera, adquirieron conocimientos del funcionamiento administrativo del Antiguo Egipto.
DIPLOMACY
Por otro lado, aprovechando que era la última clase de bachillerato, y atendiendo a los ruegos de mis alumnos, llevé el Diplomacy al aula. El juego venía como anillo al dedo, pues justo acabamos de empezar el tema de la Iª Guerra Mundial. Como eran muchos, se dividieron por equipos de 2-3 jugadores que se encargaron de dirigir a los estados contendientes. La verdad es que hicimos una mezcla entre el Diplomacy original y la mecánica del Risk, tratando de aligerar el juego. La sesión se desarrolló a lo largo de una hora de clase, más la media hora porterior del patio, en que un grupo de irreductibles cambió el balón y el móvil por el tablero y los dados. No contentos con eso, en la hora de guardia que tuvieron ese día se dedicaron a jugar sobre un mapa del libro de texto que reflejaba los cambios fronterizos entre las dos guerras mundiales: papeles en vez de fichas y piedra/papel/tijera en lugar de dados.
La experiencia les sirvió para ubicar en el mapa a los contendientes, sus alianzas y los distintos frentes de guerra que se establecieron. Además, debieron plantear y coordinar estrategias para sus estados y equipos. Por si no fuese suficiente, aquellos que siguieron jugando después, durante una hora de guardia, pudieron desarrollar sus habilidades para la improvisación y toma conjunta de decisiones, en cierto modo, para el diseño, modificación y creación de juegos. Una experiencia muy completa.