Llevamos ya mes y medio aproximadamente con el proyecto y seguimos adelante. Por el momento hay varias cosas que se pueden constatar (algunas evidentes y otras menos):
Para empezar, los alumnos que juegan o han aprendido a jugar con los dos docentes que tenemos práctica entienden mejor el proceso de creación de cartas y cometen menos errores.
Hay muchos conceptos que no quedan claros. Y no hablo de conceptos del juego. Hablo, por ejemplo del concepto Word, PDF o corrector en un 4º de ESO. Llevo años constatando que no existe una generación nativa digital, pero pensaba que estos elementos no nos iban a dar problemas.
Algunas actividades de los dossieres se deben reformular, así como algunas instrucciones para realizar cartas, pero con eso ya contábamos. Debemos darle un formato más atractivo al dossier y los videotutoriales.
Ha quedado claro con la práctica que el recurso se puede adaptar a la forma de cada docente de impartir clase. Una de las compañeras realiza solamente trabajo en grupo una de cada tres sesiones. En el resto utiliza una metodología más convencional. Yo, por el contrario, lo hago en todas, dividiendo la clase en 3 partes (introducción, explicación y trabajo).
No sé qué habríamos hecho sin el trabajo del profesor de Latín, que durante sus horas de clase ha enseñado a jugar a los alumnos con barajas de inspiración mitológica. Acertadamente, ha usado los mazos de bienvenida y ha ido sustituyendo las cartas iniciales por otras de igual valor pero creadas por los alumnos.
Con unas tablets o pequeños portátiles de aula la generación de cartas sería mucho más eficaz y comprensible para el alumnado.
Y ya para acabar, os dejo con el enlace a un vídeo que realicé para el Master en juego, gamificación y tecnología aplicados a la educación, de ENTI-UB, explicando el proyecto.