Algunos compañeros de trabajo y del claustro virtual se han interesado por el proyecto. Mientras lo vamos aplicando, dando los primeros pasos y constatando que los alumnos ya están trabajando os puedo responder algunas de las preguntas más frecuentes.
– ¿Quién ha de hacerlo?
– Los alumnos, evidentemente. Ellos diseñarán las barajas teniendo como referencia el contenido de la materia. Pero no estarán solos en esto. Cuatro docentes, tres de Historia y uno de Latín, ejerceremos de guías y diseñadores de cartas especiales.
– Ya, pero ¿Cómo?
– Con la guía del profesor y los dosieres diseñados a tal efecto por los docentes que impartiremos 4º de ESO. Las unidades didácticas han sido diseñadas para realizar actividades que guiarán a los alumnos en la creación de las barajas.
Cada dosier incluye actividades de lectura, análisis o redacción que concluyen con la creación pautada de cartas del juego. Abordaremos los grandes procesos históricos de la contemporaneidad, hablaremos de todo lo que hay que hablar para formar a futuros ciudadanos ejemplares, pero en esta ocasión los personajes, hechos, obras y conceptos históricos adquirirán una dimensión lúdica.
Además, hemos contado con la inestimable ayuda de dos tiendas de Castelló de la Plana, La Orden del Dragón y Dicewars SL, que nos han conseguido barajas de bienvenida para poder enseñar a los alumnos las mecánicas básicas del juego y pensar en organizar un servicio de préstamo de mazos de inicio. ¡Gratitud eterna, muchachos!
Respetando siempre las indicaciones de la Fan Content Policy la idea es emplear un generador de cartas específico del juego con fines didácticos (Explicar los beneficios del juego requeriría de otra entrada) y no económicos.
– ¿Pero eso se puede hacer?
– Creo que es la primera vez que me he sentado con otros docentes a mirarnos en serio el currículum, con sus indicadores de logro y sus criterios de evaluación uno a uno, tratando de ajustar todas y cada una de las actividades a realizar. Hemos diseñado las rúbricas que evaluarán los dosieres, la baraja final y la exposición de la misma con la ley en la mano. Aparentemente, todo queda atado y bien atado.
– ¿Pero tú estás seguro que eso se puede hacer?
– No se trata de un salto al vacío. La experiencia previa me demostró que era posible. La dificultad ahora estriba en movilizar a los no aficionados y los reacios a la metodología que vamos a implementar. Confío plenamente en el potencial del aprendizaje basado en juegos y en los textos de investigación que respaldan esta experiencia concreta.
Hemos venido a trabajar y a hacer Historia (o cartas de Historia, al menos).